jueves, 15 de noviembre de 2007
Conclusiones y Autoevaluación
REPRODUCCIONES
Toda la organizacion esta encauzada a resolver lo urgente, que termina por integrar la agenda del dia. De alguna forma se puede decir que la empresa ha perdido el control; son los problemas y las situaciones criticas los que controlan y dirigen a la organizacion.
En general, encontramos dos razones de esta situacion: la primera se da cuando existen problemas dentro de la empresa que necesitan soluciones de fondo; no son atendidos a tiempo ni de manera adecuada; todos estan solucionando problemas que nada mas son efecto de los primeros. Desafortunadamente solo logran poner parches a la situacion y no resuelven el problema. Los problemas que necesitan soluciones de fondo, los llamamos problemas causa, ya que son origen de otros. Al no eliminarlos en su momento oportuno se esconden, se desvanecen, y a primer mirada solo son visibles los problemas efecto. Una de sus consecuencias es que frena el avance de la organizacion.
La segunda razon se da cuando la empresa carece de estrategias, de planificacion, que muchas veces va de la mano con la falta de vision; no se establecen fechas tope realistas, no hay congruencia entre los diferentes quehaceres; nada esta bien coordinado, las tareas se acumulan, se convierten en problemas y casi nadie logra concluir una tarea antes de que una nueva exija su atencion inmediata. Al manejar el negocio de esa forma, una de sus consecuencias es un alto nivel de desgaste de recursos, en todos sus sentidos, y un bajo rendimiento.
Cuando los gerentes no estan conscientes del origen que genera esa forma peculiar de trabajar, se crea una organizacion que esta echando mano de sus ultimos recursos por el estres y la acumulacion de tareas. Es evidente, entonces, que existe una grave falta de estrategia para la solucion de problemas, o dicho de otra manera: una falta de estrategia de como evitar estar en situaciones criticas.
En las empresas que viven apagando fuegos se ha creado una cultura, donde se aplaude a gerentes y colaboradores cuando han solucionado una situacion muy critica. Se genera una actitud en la empresa donde se admira al gran "solucionador de problemas" y se le da una imagen de heroe. Se puede encontrar gran satisfaccion en este rol, pero la desventaja es que esa conducta fortalece la forma inadecuada que la organizacion maneja para la solucion de sus problemas. No debemos premiar ese comportamiento porque es reflejo de una organizacion enferma. La mayoria de los problemas que surgen se pudieran haber evitado si la empresa les hubiera puesto atencion en su momento oportuno; pero esto requiere que la organizacion atendiera a los problemas causa.
El gran problema no solo es que nos quedamos con una organizacion deficiente, paralizada, desgastada, sino que ante este estado es dificil contar con la disposicion mental y los recursos para estar en la busqueda de las oportunidades. Si no somos capaces de generar esas oportunidades, nunca lograremos dirigir el crecimiento con liderazgo; nos quedaremos con las migajas que deja nuestra competencia.
Existen empresas que no tienen la misma lucha que aquellas caracterizadas por los apagafuegos; tienen una carga igual de trabajo y recursos limitados; sin embargo, ellas si logran controlar las situaciones criticas, porque han desarrollado una cultura fuerte de solucionar problemas: tienen la capacidad para analizar los problemas y encontrar su verdadera causa y con esto encontrar una solucion valida, poniendo fechas tope realistas y sabiendo seleccionar prioridades en situaciones de crisis.
Lo que necesitamos hacer es desarrollar estrategias que nos ayuden a organizar nuestras labores y evitar la acumulacion de tareas y situaciones criticas.
Una de las maneras de reducir la cantidad de ellas es: enfocarnos en lo que realmente tiene importancia, porque cuando solo estamos poniendo parches, nunca obtendremos una solucion durable. Debemos ordenar nuestros problemas segun prioridades. Esto nos permite definir un punto de partida, de tal manera que sera mas facil concentrarnos en la solucion del problema que afecta nuestra organizacion.
Otra forma es planear nuestros quehaceres de la mejor manera. Ser realistas respecto a nuestros proyectos y presupuestos. Podemos planear el mantenimiento, nuestras tareas y las fechas tope de entrega.
Si queremos evitar que nuestra organizacion se hunda en problemas, tenemos que desarrollar una cultura que nos permita controlarlos y eliminarlos cuando se estan gestando. Debemos buscar que nuestra forma de manejar las situaciones criticas llegue a tener una estructura ordenada que represente una forma de pensar y de actuar, hasta que se logre una cultura de solucionar problemas.
c_dumois@cedem.com.mx
Carlos A. Dumois es presidente y consultor de CEDEM.
miércoles, 14 de noviembre de 2007
DOCUMENTOS
A lo largo del semestre realizamos múltiples tareas y ensayos. Aquí anexo algunos de los que me han parecido más interesantes.
Grupos, cultura organizacional e identidades
Por naturaleza, el ser humano siempre ha buscado agruparse como parte de su dinámica social. Es por esto, que hoy en día que las sociedades son más complejas, llenas de redes e interconexiones, resulta importante e interesante entender cómo se forman los grupos, su cultura, y a la vez cómo influye la misma cultura organizacional en el desarrollo de la identidad de los miembros de un grupo. Son diversas las culturas organizacionales pero todas ellas comienzan de manera similar conjuntando a individuos con necesidades, motivos, fines, conocimientos o hasta personalidades similares que comenzarán a interactuar bajo ciertas normas de comportamiento establecidas por los miembros del grupo.
Hoy día innumerables grupos cuentan con una cultura organizacional en la que se revelan ya comportamientos claramente delineados, tal podría ser el caso de los amantes del Starbucks que conocen la dinámica de comprar un café y pueden identificar entre el alto, grande y venti, o los seguidores de la Luz del Mundo que saben los códigos de vestimenta, alabanza e interacción entre sí mismos. Cada cultura de un grupo se forma entonces según el cumplimiento de una conducta esperada, un comportamiento percibido por cada sujeto, así como el propio actuar de los miembros. Así, la cultura organizacional influye en el desarrollo de la identidad de sus miembros de manera que cada individuo actúa acorde la posición que cree que debe tener, es decir, el cajero en Mc Donalds, siempre va a sonreir pues se espera que refleje alegría y buena disposición y así quien coma en Mc Donalds se sienta amablemente atendido. En el caso de los fans de Star Wars, El Señor de los Anillos o los Simpsons, su identidad se forma en base a las frases que deben de conocer, los personajes que deben de imitar, los artículos que deben coleccionar. Esto último a su vez cohesiona y reafirma la identidad de los miembros pertenecientes a alguna cultura organizacional.
Luis Augusto Lobao en su artículo “Cultura organizacional e uma forca poderosa na moldagem do comportamento” (2007) señala que la cultura evoluciona dentro de las organizaciones afectando el comportamiento de personas y grupos de manera previsible, sin embargo sutil. La cultura organizacional es realmente una fuerza penetrante y poderosa en moldeado del comportamiento según este mismo autor (Lobao, 2007:1). A fin de cuentas, la cultura organizacional define lo que es apreciado y respetado y al final recompensado. Los comportamientos y las creencias se transforman en las acciones que son las que dan los resultados y que también definen la identidad de los miembros (Lobao, 2007:1).
En términos de alta dirección dentro de una empresa, resulta importante contar con una cultura organizacional bien definida pues es necesaria para mejorar la forma de trabajar. Sabiendo lograr cambios culturales a través de esquemas de comunicación constante y oportuna, de manera que la resistencia a los nuevos requerimientos de desempeño sea mínima, creando certidumbre del porqué y a dónde está dirigido el cambio en la forma de trabajar, el logro de los objetivos para una compañía puede llegar a tener mejor desempeño (López V., 2007). Así, siendo la cultura algo distintivo de cada organización, que afecta el modo en que los miembros de una organización perciben, piensan y se comportan ante los desafíos, tanto en la vida empresarial, como en otros ámbitos sociales, entenderla es la ventaja comparativa para implementar estrategias de mejoría que funcionen (Mauvezin, 2003:6).
De esta manera se puede decir que la formación de grupos con una cultura organizacional existente está caracterizada por parámetros o normas tales como códigos de vestimenta, conducta, ambientación e interacción entre otros. Se debe entender a la cultura organizacional como “el conjunto de procesos y valores que comparten los miembros de la organización” (Mauvezin, 2003:6) para hacer sus actividades y que a su vez van formando la identidad de sus miembros. La cultura organizacional forma la identidad de sus miembros al ser un proceso continuo, producto de las experiencias compartidas. Esto último es probablemente lo más interesante de dicho proceso pues son esas experiencias las que dejan emociones en el grupo, y la esencia en los individuos.
Referencias:
Mauvezin, Gaston. (2003). “¿Qué es la cultura organizacional?” Publicado originalmente en Reforma el 3 de noviembre, p. 6. Disponible en la base de datos electrónica: Latin American Newsstand database. (ID: 437315121).
López V., Jorge (2007). “Cultura organizacional”. Publicado originalmente en El Economista el 9 de abril. Disponible en la base de datos electrónica: Latin American Newsstand database. (ID: 1251577681).
Lobao Mendes, Luis (2007). “Cultura organizacional e uma forca poderosa na moldagem do comportamento” Publicado originalmente en Gazeta Mercantil: Noticias Financieras el 20 de junio, 1. Disponible en la base de datos electrónica: Latin American Newsstand database. (ID: 856051401).
Empresas: ¿modeladoras de identidad?
“¿Por qué será que muchos de nosotros aún nos mantenemos sin crítica a los patrones sociales, ideológicos e institucionales que operan como técnicas de poder y dominación social?” se pregunta Ogbor en su análisis titulado Critical Theory, and the Hegemony of Corporate Culture (2001). A partir de la teoría crítica los entrenadores de personal pueden vencer la resistencia al cambio dejando entrever de qué formas el poder y la autoridad pueden ser legitimados e institucionalizados en prácticas organizacionales. “Bajo la condición de ser empleados más sanos dentro de las alternativas presentadas por el status quo, la inconformidad aparenta ser socialmente inservible; aún más cuando la organización es capaz de definir las alternativas enfrentadas por los empleados (Ogbor, 2001: 605)”. Podría parecer que la cultura corporativa se vuelve incuestionable, moldeando el comportamiento, los valores y los objetivos de los individuos, ¿pero es esta inducción a la cultura corporativa verdaderamente una fuerza modeladora de la identidad de sus miembros, y una forma en al que los gerentes pueden manipular la cultura de la empresa? Si bien para algunos miembros de una cultura organizacional puede serlo, no es solamente lo que se vive en las horas de trabajo o de participación en la cultura organizacional lo que moldea la identidad de una persona, ni es solamente lo que ordena un gerente lo que puede manipular al individuo.
En un artículo publicado en The Santa Fe New Mexican (2006), la periodista Nancy Martínez relata el caso de Alejandro Ramírez, un joven salvadoreño que comenzó a trabajar en una empresa española para lograr una vida que le permitiera estabilidad económica y social. Debido a la cultura corporativa, Alejandro no tenía el tiempo de alimentarse bien, dedicando muchas horas al trabajo, lo que ocasionó que terminara siendo hospitalizado más de 24 horas debido a un fuerte problema estomacal. Estando lejos de su familia, no tuvo quién viera por él. “Ramírez dice que las pocas personas que conoce son buena gente y que procuran ayudarse los unos a los otros; sin embargo, como todos trabajan, en los momentos difíciles no hay manera de estar siempre acompañado” (Martínez, 2006: LV-04). Este tipo de circunstancias se vuelven evidencia de cómo para los individuos, el trabajo es una cosa, y la vida personal es otra, por lo que ninguna empresa es capaz del todo de moldear la identidad de un individuo. Por más que la cultura corporativa vea por el bienestar del trabajador, de la comunidad y la empresa, el único bienestar que puede evocar del todo tal vez sea económico y no necesariamente personal, social, o de salud que son también elementos que pueden moldear la identidad de un individuo. En la experiencia de Alejandro, probablemente no vuelva a ver la cultura corporativa de su empresa como sana abriendo paso a la inconformidad.
La inconformidad aunque para los fines de la cultura corporativa resulta ser inservible, es en realidad una respuesta de las identidades dentro de la empresa a una cultura corporativa poco amena o viable para los trabajadores. El artículo publicado en El Comercio titulado La administración de los intangibles en la minería (2006) demuestra como no en todos los ámbitos y culturas corporativas la empresa puede del todo moldear la identidad de los empleados. Debido a que hoy las mineras intentan también administrar su reputación, han implementado programas de cultura organizacional para “poder desarrollar óptimas relaciones con las comunidades, sus empleados, el Estado y otros públicos claves” (El Comercio, 2006: 1). No obstante hasta la fecha resulta ser una tarea difícil de completar; la empresa no ha podido moldear las identidades de los individuos o de su entorno pues en el proceso minero en sí no se caracteriza por ser muy confiable. Así, muchas mineras se enfrentan diariamente al caos en el que los “comportamientos diarios de los empleados (…) no tienen un norte y pueden incluso destruir valor para la empresa sin que siquiera nos demos cuenta” (El Comercio, 2006: 1). De esta forma, aunque muchas empresas se empeñan en utilizar la cultura corporativa como forma de control de la identidad de sus miembros, resulta imposible cuando el trabajador no se está viendo beneficiado en otros ámbitos de su vida.
Por estas razones, se puede decir que la cultura corporativa no moldea la identidad del individuo pues un ser humano es más que lo que hace en su trabajo, o lo que le ordenen sus superiores. Un ser humano tiene sentimientos y capacidad de razonamiento así como un criterio para evaluar lo que está viviendo y si eso lo está haciendo más feliz que infeliz. En mi caso personal, en un verano trabajé en Wal-Mart como agente externa de promoción de un producto de farmacia y el gerente en ocasiones por imponer autoridad nos obligaba a cumplir funciones que no nos correspondían como pegar carteles de ahorro en otros productos, cargar y acomodar mercancía, etc. Creo que la forma en cómo lo pedía hacían que los empleados no nos quisiéramos sentir parte de la compañía, o quisiéramos hacer ganancias para la compañía. Por el contrario, había un sentimiento de que la compañía nos debía a nosotros el pago por el trabajo extra. En mi caso al no estar contratada por Wal-Mart, sino por Wyeth, sentía que todo lo que me requiriera el gerente de Wal-Mart era una explotación, sin embargo, también los contratados por Wal-Mart se quejaban del gerente y sin que se diera cuenta dejaban de hacer labores que les ordenaba. Por esta experiencia personal vivida, creo que ni la cultura corporativa ni la manipulación de un gerente puede moldear las actitudes, acciones o identidad de una persona, sobre todo cuando chocan los valores u otros aspectos de la vida personal.
Referencias:
El Comercio (2006) “Opinión - La administración de los intangibles en la minería”. 6 de junio, p.1. Disponible en la base de datos electrónica: Latin American Newsstand database (ID: 1049209881).
Martínez, N. (2006) “Usted no está solo: los especiales cuidados familiares”. Publicado originalmente en The Santa Fe New Mexican, Sección: La Voz el 8 de agosto, p. LV-04. Disponible en la base de datos electrónica: EBSCO.
La cultura e identidad organizacional implica diversos conceptos y elementos que agilicen el óptimo desenvolvimiento de la misma. Aunque los símbolos organizacionales y la gestión del conocimiento a simple vista parecieran como conceptos apartados y sumamente diferentes, la realidad es que hoy en día poseen algo en común. Tanto los símbolos organizacionales como la gestión del conocimiento optimizan y crean una cultura organizacional más efectiva.
Por un lado, los símbolos organizacionales, ayudan a la construcción de la identidad de una empresa o grupo. ¿Cómo se quiere que la gente identifique y recuerde a la organización? A partir de estos cuestionamientos, la creación de símbolos organizacionales cobra gran importancia. Como cita Zepeda en su artículo “Construyendo legitimidad y consensos” (2007), Dominguín decía, “para ser torero, lo primero que se requiere es parecerlo”, Maquiavelo decía “Generalmente los hombres juzgan por lo que ven y más bien se dejan llevar por lo que les entra por los ojos que por los otros sentidos [...], y pudiendo ver todos, pocos comprenden lo que ven”, y finalmente Gorvachov, alguna vez dijo que “es preferible ver una vez que oír cien veces”. Según Zepeda, 83% de las decisiones las tomamos por lo que vemos y el resto por lo que percibimos con los otros sentidos. De ahí la importancia de la vista, ya que siempre gana y se encuentra cercanamente ligada a los símbolos.
La producción de imágenes así como la manipulación de símbolos y su organización en un espacio legitima la fuerza de una organización. A través de los símbolos se construye la identidad que legitima a la organización y que también ayuda a crear consensos, aceptación y popularidad (Zepeda, 2007). La alta dirección suele implementar los elementos de la cultura organizacional que ayuden a obtener mejores resultados. En este sentido, se busca modificar las conductas, los valores y los símbolos que el personal toma como base para su comportamiento dentro de la compañía (López, 2007). Es notable entonces, como los símbolos son clave del mejoramiento en una cultura organizacional.
De igual manera, la gestión del conocimiento (o Knowledge Management en inglés), siendo un concepto mucho más nuevo emergente a principios de los 90, ha logrado distinguirse hoy en día como un elemento clave para optimizar los resultados de una organización. En escencia, la gestión del conocimiento es el aprovechamiento y reutilización de los recursos ya existentes en una organización, de modo que “las personas puedan seleccionar y aplicar las mejores practicas, en lugar de tratar de reinventar la rueda” (Jacob, 2000: 7). Para alcanzar dicho objetivo, las empresas suelen adoptar uno o más de los siguientes enfoques de la gestión del conocimiento:
Aunque muchos empresarios ven la gestión del conocimiento como una moda pasajera, su rápido crecimiento alrededor del mundo está demostrando que está generando buenos resultados. En particular, son las grandes compañías multinacionales las que han descubrieron que la disciplina les puede ser útil para facilitar flujos de conocimiento interactivo entre las diversas sedes y unidades de negocios diseminados por el mundo (Jacob, 2000:7). La relación que tiene la gestión del conocimiento con la cultura organizacional es que hoy en día las altas gerencias consideran que esta innovación será una práctica vital para el éxito futuro de las organizaciones, así optimizando la cultura organizacional. Hoy en día son muchas las empresas las que practican la gestión del conocimiento, en especial empresas japonesas como Honda, Canon, Matsushita y Sharp entre otras.“Captura, almacenamiento, recuperación y clasificación de los activos de conocimientos tangibles, como los derechos de propiedad intelectual, patentes y licencias.
Acopio, organización y diseminación del conocimientointangible, como la pericia profesional y técnica, la visión y la experiencia personal y las soluciones creativas.
Creación de un ambiente de aprendizaje interactivo, en que las personas transfieran y compartan rápidamente lo que saben, incorporan ese saber y lo aplican a la generación de nuevos conocimientos” (Jacob, 2000:7).
Resulta interesante ver que hoy en día las empresas ya no están confiándose solamente en el soporte de la tecnología y empiezan a confiar en el intelecto y la capacidad humana. La gestión del conocimiento ha rendido beneficios porque las empresas empiezan a reconocer la importancia de los factores sociales y de la conexión humana que se necesita para compartir el conocimiento. La capacidad creativa a su vez está siendo impulsada nuevamente. De esta forma, se puede decir que tanto la gestión del conocimiento, como los símbolos organizacionales, aunque no estrictamente ligados tienen un importante aporte a la creación de una óptima cultura organizacional.
Referencias:
1. Zepeda, A. (2007) “Construyendo legitimidad y consensos/ mercadotecnia gubernamental”. Publicado originalmente en Revista Mexicana de Comunicación el 23 de abril. Consultado el 26 de Septiembre de 2007. Disponible en la base de datos electrónica: ISI Emerging Markets.
2. López, J. (2007) “Cultura organizacional”. Publicado originalmente en El Economista—Valores y Dinero el 9 de abril. Consultado el 26 de Septiembre de 2007. Disponible en la base de datos electrónica: ISI Emerging Markets.
3. Jacob, J. (2000). “Gestion del Conocimiento” Publicado originalmente en Reforma el 4 de agosto, p. 7. , Consultado el 26 de Septiembre de 2007. Disponible en la base de datos electrónica: Latin American Newsstand database. (ID: 57592962).
PROYECTO FINAL: COLECTIVO OLLIN
Entrega de ensayo
Talantes para una organización más efectiva
Hoy en día, el correcto funcionamiento de una empresa resulta vital para su crecimiento y desarrollo así como para el de todas aquellas personas que se ven involucradas en su entorno. Es por esto que la cultura organizacional es un elemento de suma importancia puesto que influye determinantemente en la estructura, la estrategia y la conducta de los empleados quienes son los que a fin de cuentas hacen que una empresa tenga o no resultados. Poder entender a la organización desde ciertas perspectivas como lo son las metáforas organizacionales de Gareth Morgan, puede ayudar a mejorar aspectos, corregir tendencias, así como a generar una auto-evaluación de la organización para a partir de ahí reformar u optimizar su funcionamiento. De igual forma, cabe añadir que la gestión del conocimiento, se relaciona estrechamente con la optimización de la cultura o identidad de la organización, ya que éste facilita el desempeño de la misma. Así, los empleados en cuyas manos está el progreso de una corporación, trabajan y actúan en función a lo que su cultura organizacional les guía y a la vez forman la imagen e identidad de su organización según se de la gestión del conocimiento en sus respectivas empresas.
Según exista más salud organizacional, la conducta, estructura y estrategias de los empleados darán muchos mejores resultados para la empresa. “Como sistemas socio-técnicos que son, es decir, como sistemas compuestos por personas, por un lado, y elementos técnicos, estructurales y administrativos, por otro, las organizaciones tienen que dar dos tipos de resultados (u outputs) como consecuencia de la interacción armónica entre ellos. Uno es el cumplimiento de sus objetivos, lo que se traduce en eficiencia, eficacia, efectividad, productividad, rentabilidad, calidad, oportunidad y todos los otros indicadores de desempeño que suelen utilizarse. El otro es la salud” (Andrade, 2007). Así, la cultura organizacional influye en los empleados en cuanto a su efectividad, puesto que si ésta no es saludable, lo más probable es que no esté facilitando el cumplimiento de los objetivos que han sido fijados.
Una cultura organizacional que logre que sus empleados desarrollen un sentido de identidad, de orgullo, apego y compatibilidad con los valores y filosofía, es más probable que genere el compromiso de sus colaboradores. Si la gente se siente parte de la organización y trabaja de esa forma, normalmente se logra que las diferentes áreas, funciones y niveles “mantengan entre sí relaciones de colaboración” (Andrade, 2007). Para lograr esto se debe romper con aquello que sólo obstaculiza el cumplimiento de las metas y la creación de sinergias (Andrade, 2007).
La gestión del conocimiento por su parte, ayuda a crear una mejor cultura en la empresa así como a construir una identidad de la misma ya que al conocer el entorno se pueden establecer con claridad la misión, visión, así como línea estratégica adecuada a seguir para tomar las decisiones correctas (Andrade, 2007). La creatividad también se liga cercanamente al conocimiento pues al buscar nuevas soluciones a los problemas, se puede crear nuevo conocimiento como el desarrollo de nuevos productos y servicios. Como lo comenta la profesora Elsa Castillo, “ha pasado la época en la que el valor de la empresa estaba principalmente concentrado en sus activos físicos, para reconocer que el activo más «estratégico» de la empresa moderna es el talento y las capacidades de las personas que la conforman” (Business Peru, 2007).
Así, tanto la cultura organizacional como la gestión del conocimiento contribuyen a mejorar las condiciones y herramientas de trabajo para los empleados. Mientras que con un buen clima laboral los empleados se sienten respetados cuando se les escucha, sienten que reciben un trato justo si se les involucra en la toma de decisiones y si se les reconoce su trabajo, mediante la gestión del conocimiento los empleados también aumentan su capacidad de producir resultados consistentes en todos sus niveles (Reforma, 2007). Las metáforas de Gareth Morgan pueden ser utilizadas para entender mejor el funcionamiento de las organizaciones por lo que hacer el intento de identificar las características de cada una en determinada organización puede ayudar a identificar diversos puntos de oportunidad para lograr los cambios necesarios. Analizando cada empresa con las metáforas, es probable que se identifique en qué caso se encuentra la empresa: fungiendo como máquina, cerebro, organismo, cárcel psíquica, sistema político, cultura, instrumento de dominación, o como flujo y transformación para luego gestionar las mejoras pertinentes (Morgan, 1990).
Los desafíos a los que las empresas y organizaciones se enfrentan son interminables, no obstante considerar los distintos aspectos de la cultura organizacional, la gestión el conocimiento y análisis de la empresa no sólo desde el punto de vista de las metáforas de Morgan sino de las distintas maneras posibles resulta vital para dirigir a los empleados hacia el cumplimiento de los objetivos más óptimos. Por lo tanto cabe destacar que “una cultura fuerte puede ser una de las herramientas más poderosas para la gestión de una organización y una de sus ventajas competitivas más difíciles de entender e imitar. Sin embargo, es importante trabajar permanentemente en el rediseño de la misma a fin de evitar que esta se transforme en el mayor obstáculo para enfrentar el principal elemento fuera del control de la organización: el cambio” (Mauvezin, 2003:2).
Referencias:
· Andrade, H. (2007) “Salud organizacional”. Publicado originalmente en Reforma: Perfiles y Rasgos el 3 de julio. Consultado el 27 de Octubre de 2007. Disponible en la base de datos electrónica: ISI Emerging Markets.
· “¿Hacia dónde?” (2007). Publicado originalmente en Business Peru el 16 de mayo. Consultado el 28 de Octubre de 2007. Disponible en la base de datos electrónica: Latin American Newsstand database. (ID: 1271700351).
· “Resaltan importancia del buen clima laboral”. (2007) Publicado originalmente por Agencia Reforma: Capital Humano el 9 de Octubre. Consultado el 28 de Octubre de 2007. Disponible en la base de datos electrónica: ISI Emerging Markets.
· Mauvezin, Gaston. (2003) “La cultura organizacional”. Publicado originalmente en Mural el 3 de noviembre. pg. 2. Consultado el 28 de Octubre de 2007. Disponible en la base de datos electrónica: Latin American Newsstand database. (ID: 698086071).
· Morgan, Gareth (1990) Imágenes de la Organización. México: Ediciones Alfaomega.
Capital intelectual
¡A JUGAR!
Tiempo aproximado: 10 minutosJugadores: 5 o más
1. Se dibujan dos círculos concéntricos de unos cuatro y seis metros de diámetro.
Las metáforas organizacionales de Gareth Morgan
La organización como máquina
Una organización se convierte en máquina cuando sus procesos, actividades y pensamientos se mecanizan a un grado exagerado y con un propósito preestablecido. De igual forma se asemeja a una máquina cuando es demasiado rígida, estructurada y organizada puesto que pretende generar grandes resultados a partir de un rendimiento imposible de alcanzar debido a la alta exigencia.
La organización como organismo
Una organización es vista como organismo ya que es como un ente vivo que se desarrolla y se adapta a un entorno predeterminado. Así, una empresa puede adaptarse a un nuevo entorno como un ser vivo. Para que un organismo sea saludable, toda su maquinaria interna debe funcionar adecuadamente y de forma coordinada. Asimismo debe existir un equilibrio, pues sin él, no sería jamás posible que el organismo sobreviviera. Cada película nos ilustró de mejor manera como las organizaciones pueden ser similares a cada una de las metáforas.
La organización como cárcel psíquica
Una cárcel psíquica ocurre cuando la organización no puede ver la realidad, cuando como en la caverna de Platón, sólo se pueden ver las sombras y se cree que son éstas las figuras de verdad. La caverna que describía Platón es la representación de las diferencias entre apariencia, realidad y conocimiento. Plantea la equidad entre realidad y verdad puesto que los miembros de la organización se pueden encontrar atrapados en una creencia. Cuando la organización funciona como cárcel psíquica existe una necesidad de mantener el status quo.
La organización como sistema político
Esta metáfora afirma que existe diversidad de regímenes en las organizaciones. De igual manera, cuando la organización se ve como sistema político el dominador suele controlar y manipular a los dominados. Según Aristóteles, un sistema político establecía la creación de un orden al margen de la diversidad. Una organización puede funcionar como sistema político y como cualquiera de sus clasificaciones: autocracia, burocracia, tecnocracia, cogestión, democracia representativa y democracia directa.
La organización como cerebro
Una organización funciona como cerebro cuando se centra en las habilidades de aprendizaje y los procesos que desarrollan la inteligencia de la organización (básicamente en el sistema de procesos de información). Busca encontrar cómo el aprendizaje puede ser distribuido a toda la empresa, valora al personal por su capacidad de adaptarse y contribuir con la estructura, integra todo tipo de capacidad, piensa por el resto de la organización y guía el comportamiento del sistema.
La organización como cultura
Cuando una organización funciona como cultura, es vista como una sociedad miniatura con valores distintivos, rituales, ideologías y creencias. La organización funciona como una construcción social de cotidianidad de los individuos y en ella es posible la creación de subculturas. De igual manera, la organización se muestra como reflejo del pensamiento de las personas y descansa en los significados compartidos que provocan comportamientos organizados.
La organización como instrumento de dominación
Se refiere a cuando las prácticas corporativas atienden a sus beneficios antes que al bienestar humano, convirtiéndose por tanto en instrumentos de dominación de los intereses egoístas de élites a expensas del trabajo de muchos. De esta manera, grandes trasnacionales se montan sobre los intereses locales despojando a la población de su tierra y forma de vida tradicional.
Es un proceso de relaciones de poder asimétricas que se ha dado a todo lo largo de la historia, desde los esclavos en culturas como la Egipcia, el feudalismo, la Revolución Industrial, y el capitalismo actual basado en las labores asalariadas.
La organización como flujo y transformación
“No puedes pisar dos veces dentro del mismo río ya que las
aguas fluyen constantemente” Heráclito, Filósofo griego 500 B.C.
Heráclito fue uno de los primeros pensadores occidentales que vio al universo en un estado de flujo constante, con características tanto de permanencia como de cambio.
Las cuatro lógicas del cambio:
Teoría de la autopoiesis de Maturana y Varela
Los sistemas vivientes funcionan de manera autónoma, circular y con un punto de auto-referencia. Esto les permite “auto-crear” y “auto-renovarse”.El término autopoiesis se refiere a la capacidad de auto-producción en un sistema de relaciones cerrado. Los sistemas poseen “ambientes” pero los nexos y relaciones con cualquiera de sus ambientes son determinados internamente, no son patrones independientes. A través de un proceso de auto-referencia los miembros de una organización pueden intervenir en su propio funcionamiento y así participar en crear y mantener su identidad.
La lógica del caos y complejidad
Los sistemas de interacción son ordenados pero a la vez caóticos. Así, disturbios casuales pueden producir eventos y relaciones no predecibles que pueden llegar a crear nuevos patrones de cambio. Un orden coherente siempre surge del azar y del caos. Cuando las organizaciones y sistemas sociales se transforman con el tiempo es posible detectar procesos comunes y espontáneos de auto-organización. Si un sistema tiene suficiente complejidad interna, el azar, la diversidad e instabilidad se vuelven recursos para el cambio. El nuevo orden es un resultado natural.
La lógica de la causalidad mutua
El cambio se da en patrones circulares, en óvalos en vez de líneas. No hay una causalidad mecánica donde A causa B, sino una mutua causalidad donde A y B son consecuencia de un sistema de relaciones circulares.
La lógica del cambio dialéctico
Cualquier fenómeno implica o genera lo opuesto (día-noche, caliente-frío,etc.) Los opuestos están entrelazados en un estado de tensión que a la vez define un estado de armonía y entereza. Esta idea tiene sus bases en la filosofía taoísta done el tao, o el camino de la naturaleza se caracteriza por un flujo continuo y una entereza formada por la interacción dinámica del yin y el yang. Estas energías opuestas pero complementarias fluyen y eventualmente se reversan. Marx y Hegel retomaron las bases de esta filosofía para crear un método dialéctico. El método de Marx se enfoca en cómo la interacción de opuestos genera cambio social y cómo todas las sociedades tienen una tendencia a transformarse y a veces a destruirse debido a contradicciones internas. Marx propuso tres principios para cambios graduales y revolucionarios:
1. Cambio como resultado de las tensiones con sus opuestos.
2. Negación de la negación. Cada negación rechaza una forma anterior, pero también retiene algo de esa forma.
3. Existe una transformación de cantidad a calidad, una forma de organización social da pie a otra.
Las implicaciones del análisis dialéctico para la gerencia son que ésta debe ver las contradicciones que están dando forma a la vida organizacional además de lidiar con éstas puede resolver muchos de los problemas organizacionales. Los futuros nuevos potenciales siempre crearán oposiciones con el status quo. Las innovaciones llevan a la destrucción de las prácticas establecidas.
*Mi equipo expuso las últimas dos metáforas comparando la película de Robots con la metáfora de la organización como instrumento de dominación y la de Legally Blonde 2 con la metáfora de la organización como flujo y transformación.
Gestión del Conocimiento
Modelo sistémico de gestión del conocimiento
Donald Schön y Chris Argyrisà-->aprendizaje en 2 diferentes niveles: ciclo o circuito sencillo y doble circuito o ciclo doble.
- Aprendizaje en un ciclo sucede cuando el personal de la empresa se enfrenta a un problema no cotidiano y decide actuar, incluso saliéndose de las reglas establecidas.
- Aprendizaje en 2 ciclos: requiere cambios no solo en las reglas sino también en los paradigmas actuales.
- 3er ciclo: aprendizaje que involucra la discusión y el cuestionamiento de los principios fundamentales de la organización, sobre su identidad y su razón de ser.
Selección de una organización: Colectivo Ollin
Conocer a profundidad la cultura organizacional dentro del Colectivo Ollin y mostrarle los resultados obtenidos mediante el estudio para que tomen las decisiones pertinentes con respecto a cambios, mejoras o situaciones que deban mantenerse igual. De la misma manera se pretende conocer los diversos comportamientos existentes en las diferentes áreas del colectivo, así como relación que existe entre dichos departamentos, y cómo es que lo anterior influye en el desempeño de la organización en sí misma y con respecto al trato que existe entre las personas que integran dicha institución.